¡Hola de nuevo!
Como quizás sepas, estos días han estado muy moviditos, con la salida no de uno, sino de dos libros que han significado mucho para mí este año: “Lontananza” y “Cuentos Fantásticos Eslavos”; el primero lo escribí y el segundo lo traduje…
Y como ya estamos por entrar en septiembre, quería dejar flotando por aquí ideas varias para lo que podría ser el siguiente proyecto. ¡Échales un ojo y dime cuál te late más!
La autobiografía de un ángel de la guarda al que le han encargado el cuidado y la salvación del alma de un asesino serial.
El cuento de la Cenicienta, trasladado al mundo tiktok. ¿Un filtro como la nueva zapatilla de cristal? ¿Un twerk como el nuevo baile de la Cenicienta con el Príncipe? ¿Y las hermanastras son influencers en pugna?
El misterio del asesinato de una profesora de artes plásticas, narrado por el gemelo de una de las modelos que usaba en su clase de dibujo figurativo. Los sospechosos: la modelo, uno de los estudiantes que vivía un triángulo amoroso con la modelo y la profesora, el director de la escuela, el esposo de la profesora. Ninguno de ellos es el asesino, por supuesto, aunque todos podrían haberlo sido. El asesino es el mismo narrador, el hermano gemelo, por motivos que explicará al final.
Biografías imaginarias de los niños héroes: Agustín Melgar sostenía un romance con uno de los soldados estadounidenses; Fernando Montes de Oca en realidad es el fantasma del fundador del Colegio Militar; Francisco Márquez es rechazado por su corta edad pero se cuela como aguador en el Castillo de Chapultepec y cuando empieza la batalla se roba un uniforme y se hace pasar por cadete; Juan de la Barrera iba a heredar tierras que constituían más o menos la mitad del estado de Hidalgo, pero para cumplir una estipulación en el testamento de su padre tenía que ir al Colegio Militar; Juan Escutia intercambió su uniforme con otro cadete muerto, lo envolvió en una bandera y lo arrojó al vacío para luego huir y sobrevivir a la batalla; Vicente Suárez hubiera sido un asesino serial peor que Dexter y Zodiac juntos, pero encontró en sus últimos momentos de vida un desfogue inmejorable para su compulsión a la crueldad.
El monólogo de Pierre Curie la noche anterior al día en que se suicida arrojándose al paso de un carro a caballos: confiesa no haberle podido ganar la carrera a la radioactividad por conquistar y mantener el amor de Marie.
Memento mori: En Sedlec (se pronuncia "Sedlets"), República Checa, hay una pequeña capilla cuya decoración interior está hecha, en su totalidad, por huesos humanos. Candelabros, columnas, esculturas, molduras… todo son huesos. Es obra de Frantisek Rind, un ebanista bohemio que encontró en los huesos un material más duradero que la mejor de las maderas. El cuento es el diálogo imaginario de Rind con una de las calaveras que usa como remate para el escudo de armas de la familia Schwarzenberg, dueños de la capilla, y habla de las maneras de vencer a la muerte.
El grito de Tlaltecuhtli: Una expedición de espeleólogos queda atrapada en la caverna más profunda del mundo, conocida como la “garganta de Dios”.
Instrucciones para robarse el cielo: El pleito entre dos pueblos españoles por hacer que la escasa lluvia caiga en las tierras de uno u otro.
Adán: Un náufrago espacial queda varado en un planeta desierto… excepto por una mujer que parece haber estado esperándolo.
La historia del descubrimiento y primer contacto con seres de una dimensión paralela que sólo pueden comunicarse con nosotros a través de nuestros sueños.
Un hacker que por medio de un virus cibernético se hace del control de todos los marcapasos de un país.
¿Cuál de estas ideas, más o menos disparatadas, te gustaría ver desarrollada?
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