A lo largo de la vida, he tenido un puñado de maestros que han impactado en mí de manera insospechada. Lucía Reuters-Matejka, quien me mostró las bellezas y los retos del teatro. Neil Peter Jampolis, que iluminó mi vocación. Jesús Calzada, que me enseñó a amar el melodrama. Arturo Loza, de quien aprendí el dificilísimo arte de escuchar. Y por supuesto, Judith Rich.
Conviví con Judith apenas unos cuantos días, cuando vino a México a entrenar a un grupo extraordinario de personas y tuve la oportunidad de ser su intérprete. No te puedo explicar la manera en que esta mujer inunda con su energía el espacio en el que esté. Desde entonces (ya hace de eso unos siete años), he tenido la fortuna de estar en contacto virtual con ella y, cuando publicó su libro más reciente, fui de los primeros en comprarlo.
Hoy, catorce de abril de 2020, en medio de la cuarentena más grande que el mundo ha visto, quiero compartirte un poco de ese libro: “Beyond the Box: lean out, break free, rise up!” (“Más allá de la caja: ¡asómate, libérate, elévate!”). No sólo porque es un día importante para mí personalmente, sino también porque es un aprendizaje relevante en los tiempos extraordinariamente retadores y complejos que estamos viviendo todos…
Con el permiso de Judith, traduzco a continuación un par de párrafos de este libro. Específicamente, del capítulo “El Llamado de tu Llamado”:
“Tu llamado tiene que ver con tu servicio para el bien común. Descubrir ese llamado es la llave para que vivas la vida extraordinaria y plena que viniste a vivir.
[…]
“No es un accidente que tú y yo estemos en el Planeta Tierra al inicio de un nuevo milenio. Es precisamente el tiempo para el que vinimos.
“El contexto de la humanidad está cambiando ante nuestros ojos. Estamos en esa parte del proceso que parece ser oscura y traicionera. La caja [es decir, nuestra zona de confort, N.d.T.] ha reventado y estamos en la oscuridad y el caos, tratando de orientarnos, de encontrar piso firme para plantarnos y crear lo que sea que sigue.
“Lo que sea que siga es responsabilidad nuestra. Podemos rendirnos, perder la esperanza y descender en nuestra propia oscuridad. Podemos encogernos y secarnos hasta ser meras sombras de lo que fuimos. Podemos reconstruir esa caja con los pedazos que quedaron y acurrucarnos adentro y hacer como si nada hubiera cambiado.
“Pero, amigo mío, si hiciéramos eso, nos estaríamos decepcionando monumentalmente. Más que nunca en mis 76 años de vida en este mundo, tengo claro que éste es el momento para brillar más que nunca, iluminar la oscuridad con nuestra propia luz. Es hora de hacer lo que hemos venido diciendo por tanto tiempo.
[…]
“Estos son tiempos en los que la humanidad debe rendir cuentas. Quienes seamos en estos tiempos determinará la calidad de vida que dejaremos para nuestros tataranietos. Nosotros somos los ancestros de los que ellos hablarán cuando hablen de lo que pasó en estos tiempos históricos. ¿Cuál es el legado para ellos al que te comprometes?
“Tu crecimiento y desarrollo personales son muy importantes, no sólo para tu propia plenitud y satisfacción, sino también para el legado que dejarás a tus descendientes. Si vienes de una línea de adicciones o abuso, si vienes de una historia de humillación, escasez, miedo o deshonestidad, tú puedes ser quien cambie todo ese linaje ‘asomándote, liberándote y elevándote’, atreviéndote a ir más allá de esa vieja caja hacia una vida que crees en base a tu visión y tu llamado, en lugar de comportamientos automáticos dictados por tu pasado.”
Hasta aquí la traducción.
Tengo la convicción de que estás —de que todos estamos— aquí para algo. ¿Para qué? No lo sé. Eso es algo que cada uno de nosotros requiere buscar y descubrir. Pero no es casualidad que estés viviendo lo que estás viviendo. Hay algo que tú puedes crear con todo esto. Descubrir qué es y crearlo no son tareas fáciles. Nada que valga la pena es fácil. Pero todo empieza con una elección.
¿Qué eliges?
Si quieres saber más sobre el libro de Judith Rich, puedes visitar aquí.
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